Pérgolas en el norte de Ibiza
Paneles giratorios
Por: Vanessa Vidal | vanessa.vidal@vicentetorres.com
Romano Arquitectos ha desarrollado un proyecto en el norte de Ibiza en el que hemos colaborado en la fabricación de diversos elementos, entre ellos, unas pérgolas de aluminio situadas en la cubierta de la vivienda, que dan protección a unas áreas destinadas al ocio y descanso de los usuarios.

La vivienda está muy próxima al mar y por lo tanto, muy expuesta a la salinidad marina y a fuertes vientos predominantes en la zona. Por ello, las principales condiciones a tener en cuenta en el diseño es que resistan a la corrosión y a las altas velocidades de viento.
Dado este requisito, se decide calcular la estructura para que resista hasta velocidades de viento de 160km/h. Para esto colabora con nosotros el Dr. Ramón Sastre i Sastre, miembro del Laboratori de Tecnologia a l’Arquitectura (LITA), de la Universitat Politècnica de Catalunya. Los cálculos de realizan atendiendo a la normativa del CTE y considerando la zona C la de máxima velocidad del viento.
Una vez definido el dimensionado de los perfiles, se pasa a la fase de diseño, teniendo en cuenta tanto lo estético como lo funcional. Las pérgolas se componen de una estructura de pórticos, con techos de panel sándwich y unos paneles verticales giratorios revestidos en tela que protegen el interior del sol y el viento y que pueden variar de posición según las necesidades del usuario.
Estos paneles (1000mm de ancho x 3500mm de alto) ofrecen una gran superficie de resistencia al viento y pueden llegar a afectar a la integridad estructural del conjunto por las fuertes rachas. Por ello los bastidores deberán disponer de un sistema de giro, descentrado del eje del panel, que permita que a velocidades considerables de viento (aproximadamente 40km/h), se liberen de su posición fija y puedan alinearse a la trayectoria del viento, evitando así las posibles resistencias.
Para conseguir esto, se diseña por parte de nuestro departamento técnico un conjunto en acero inoxidable 316L, formado por dos discos macizos, un rodamiento y un elemento de posicionamiento que consta de una boquilla roscada, una bola de acero y un muelle de contracción. La bola, presionada por el muelle, se introduce en un alojamiento permitiendo así la fijación del bastidor. La boquilla roscada nos permite jugar con la profundidad de la bola, consiguiendo así variar la fuerza que debe aplicarse sobre el bastidor para que pueda quedar liberado.


Una vez concretado y aprobado el diseño, se pasa a la fabricación. Para ello se trabaja con el departamento técnico de Mecanizados Perma, quienes disponen del software (CAD/CAM/CAE) y maquinaria (centro de Mecanizado de 5 ejes, centro de Torneado y electroerosión por penetración, entre otras) necesarios para obtener un resultado óptimo y de máxima calidad.


Antes de fabricar todos los conjuntos, se prepara un bastidor prototipo para verificar el cumplimiento de los objetivos establecidos, entre ellos la fiabilidad y resistencia del mecanismo de giro. Se ensaya el prototipo–modelo en colaboración con el Instituto Tecnológico AIDIMA, el cual goza de un alto prestigio internacional y está vinculado a importantes asociaciones europeas como ENAC.
Tras algunos ajustes del sistema, se consigue cumplir con los ensayos establecidos y se da paso a la fabricación del resto de bastidores.



